El amor es una sensación maravillosa. El inicio de toda relación es siempre emocionante, poderoso y energético. Sentimos que podemos comernos el mundo y no le encontramos ni un solo defecto a nuestra pareja, porque… ¡es perfecta!

Está en nuestra naturaleza amar el amor. Pero en realidad, lo que amamos son las sensaciones que produce. A euforia que nos lleva a la altura máxima de alegría y de la cual no queremos bajar jamás. Pero desafortunadamente, este corazón enamorado que nos lleva en este viaje idílico a lo más alto, también puede hacernos caer en una situación tóxica que acabará por destruir ese amor que creíamos que sentíamos al principio de la relación.

Es, frecuentemente después de haber tenido un par de hijos y una hipoteca que nos damos cuenta de que algo ha estado faltando en nuestra relación, y ese algo… eres tú.

Pero ¿Qué es Una Relación Tóxica?

Una relación tóxica es cuando una persona (o ambas) en una pareja tienen comportamientos tóxicos que hacen sufrir la relación. Es común ver que una de las partes exige constantemente de su pareja un comportamiento acorde a sus propias expectativas.

En este tipo de relación, ocurre una destrucción paulatina de la paz, la solidaridad, la confianza, y finalmente el amor. Se siente como una prisión de la cual quisieras escapar, pero no sabes como o no te atreves a intentarlo. Se convierte en una adicción y es difícil salir del círculo vicioso en el que te encuentras, pero algo en tu interior te grita que todo está mal y que debes solucionarlo o salir corriendo.

Una relación tóxica es todo lo contrario a lo que debería ser una relación saludable. En este tipo relación, abundan los momentos malos y éstos sobrepasan los buenos. Hay siempre conflictos y te sientes drenada, cansada, decepcionada y sin energía para seguir viviendo de esa forma. La alegría de ver a tu pareja se ha disipado y en su lugar, queda una sensación de miedo porque sabes que no pasará mucho tiempo antes de que “algo más” suceda. Estás siempre preocupada por el siguiente comentario negativo, la siguiente crítica, y lejos de sentirte apoyada, a veces sientes que duermes con el enemigo.

16 Señales de Una Relación Tóxica:

1. Siempre Encuentra Algo que Criticarte.

Una pareja que vive haciendo “sugerencias” no solicitadas en realidad está criticándote de forma disfrazada. Si una persona no te acepta como eres, te juzga y te critica con sus comentarios, definitivamente es una persona tóxica que no te conviene.

Comentarios como “¿Para qué te pusiste tanto maquillaje?” “¿Estás segura de que vas a salir con esa ropa?” “¿Te vas a comer otro pedazo de pizza?” o, “Qué bien se ve Susana, ¿hace mucho que no vas al gimnasio verdad?” están destinados a destruir tu autoestima y a hacerte sentir mal.

2. Tu Pareja Se Cierra Cuando Necesitas Hablar

Tener discusiones saludables es positivo para la evolución de tu relación de pareja. Pero si lo que ocurre es que, cuando tratas de hablar sobre algo importante para ti, tu pareja se cierra, no responde, actúa pasivamente o inclusive, se va y te deja hablando sola, lo que está ocurriendo aquí es un fenómeno que en la Psicología se llama “Stonewalling” (Táctica de Cerrojo).

Tu pareja literalmente cierra la comunicación y se niega a discutir lo que le incomoda. Esto invalida totalmente tus necesidades y evita que haya solución a aquellas necesidades importantes para ti.

3. Te Sientes Mejor Cuando Estás Sola.

Lo normal en una relación saludable es querer estar con tu pareja, hacer cosas juntos, etc. Tal vez no todo el tiempo, pero si frecuentemente. En una relación tóxica ocurre todo lo contrario.

Cuando no estás con él, sientes que lo extrañas. Pero en el momento que te reúnes con él de nuevo, te sientes insegura y no tan contenta como esperabas.

4. Te Sientes Drenada Emocionalmente.

Si en vez de sentirte realizada, feliz, productiva y satisfecha te sientes drenada por las constantes peleas, control, celos, etc. es momento de reevaluar tu relación y tomar la decisión que más te convenga para vivir de forma saludable. Las relaciones tóxicas son capaces de “chupar” la energía vital de nuestros cuerpos físicos. Te hacen sentir cansada todo el tiempo y sin ganas de nada. Es importante observar las reacciones de nuestro cuerpo y “escucharlas” atentamente.

5. Dramas de Novela.

En una relación tóxica, tu pareja actúa como uno de esos personajes melodramáticos de las novelas. Todo lo siente demasiado, todo le duele demasiado, sufre mucho y nunca está satisfecho hagas lo que hagas.

Al igual que en las novelas, no hay manera de hacer feliz a uno de estos personajes. Simplemente no saben ni quieren ser felices y son incapaces de sentirse satisfechos. Pero jamás aceptan la responsabilidad sobre esto, sino que siempre te culparán a ti…

6. Es Competitivo Contigo.

Una pareja solo debería competir por ser mejores e impulsar al otro a serlo también. A evolucionar, a vivir una vida más feliz. En una relación saludable, tu pareja siempre se alegrará genuinamente por tus logros y conquistas.

Pero en una relación tóxica, frecuentemente te sentirás culpable por tus logros y muchas veces hasta tratarás de esconderlos por miedo a que tu pareja se sienta celosa o insegura.

7. Eres Tú Quien Hace la Mayor Parte del Esfuerzo en tu Relación.

Es imposible construir una relación saludable si la única persona haciendo el esfuerzo eres tú. Esto te coloca en una situación en la cual te sientes sola y exhausta. Una relación es una sociedad, un consorcio en el cual ambos deben esforzarse por igual. ¡Pero si eres tú la que haces todo el esfuerzo y tu pareja parece que ni siquiera lo nota, entonces estás haciendo más de lo que deberías!

Deja de vivir disculpándolo por sus acciones o tratando de “entenderlo”. No sigas tratando de racionalizar el por qué es grosero con tus amistades, por qué no es empático con tus desafíos personales o por qué no se esfuerza para que la relación funcione tanto como lo haces tu.

Si no te sientes capaz de irte de la relación, al menos deja de hacer tanto esfuerzo sola. Deja de creer que él “va a cambiar si tan sólo sigo trabajando y esforzándome mucho para que suceda”. ¡Para ya!. TU ERES SUFICIENTE. ¡Siempre lo has sido!

8. Te Hace Sentir Infeliz.

Una relación saludable tiene, como todo, sus altas y bajas, pero en general, las altas son mayores en número a las bajas. Debes sentir emoción y alegría cuando estás en este tipo de relación.

Pero si estás en una relación tóxica, te sientes deprimida constantemente, triste, sin ganas de hacer mucho. Te vas a la ama sintiéndote vacía y te levantas sintiendo lo mismo. Ves a otras parejas en actitudes de romance y no puedes evitar sentir cierta amargura y pensar que eso no les durará mucho.

9. Poco A Poco Empiezas a Aceptar lo que Antes No Era Aceptable.

Este tipo de relación reduce tus estándares y lo que antes nunca hubieras pensado que aceptarías en su trato contigo, ahora se ha convertido en algo de todos los días.

Al principio te trataban (o al menos te hacían sentir) como una reina. Pero poco a poco, con el pasar del tiempo, empezaste a ser tratada de manera muy diferente y casi sin darte cuenta, empezaste a aceptarlo.

Hoy te encuentras con que lo que antes nunca hubieras aceptado, se ha convertido en tratamiento cotidiano. Esto también es típico de una relación tóxica.

10. Estás Angustiada a Toda Hora Esperando el Siguiente “Descubrimiento” de que Eres Mala.

Estás a todas horas esperando a que “te descubran” en algo porque tu pareja piensa que

siempre estás haciendo algo malo. Muchas de las conversaciones que tienes con tu pareja son “trampas” que te ponen para ver si te descubren en algo malo.

En estos casos, “todo lo que digas, será usado en tu contra”. El “cazador” busca pistas, pruebas, confesiones distraídas, cualquier cosa para “descubrirte” en algo equivocado.

11. Dejas de Expresar Lo que Sientes y Necesitas Porque Simplemente No Vale la Pena.

En toda relación existen necesidades importantes que deben ser cubiertas. Algunas de ellas son, sentirse apreciada, amada, validada, conectada, etc. Pero cuando esas necesidades son causa de burlas por parte de tu pareja, o ignoradas, ocurre una sensación de vacío que cause una necesidad por expresar vigorosamente nuestras carencias.

Pero si cuando expresas estas necesidades terminas siempre en peleas, promesas vacías, acusaciones, inseguridad de parte de tu pareja o celos, frecuentemente “enterrarás” tus necesidades o guardarás resentimientos. En cualquier caso, la toxicidad acabará por envenenar sin remedio tu relación.

12. Abuso Verbal, Físico, o Ambos.

No tengo más que decir aquí que cualquier tipo de abuso es un enorme ¡NO! ¡NO lo permitas y nunca aceptes ningún tipo de abuso por más “inofensivo” que parezca!

13. Agresividad Pasiva y Activa.

Un ejemplo típico y simple de lo que es este tipo de comportamiento es, cuando una madre recibe visitas en casa y se queja de su hijo enfrente de ellos para que él la escuche. Es una manera pasiva de agredirlo como “no queriendo”.

En el caso de las relaciones de pareja, esta situación se da frecuentemente en las de tipo tóxico. Son ataques indirectos y cobardes en los cuales se aprovechan de tu falta de capacidad para responder directamente, como en el ejemplo anterior, donde había personas presentes.

Este tipo de ataques ocurren de forma sutil y disfrazada de algo más. Son formas de manipulación como cuando te dicen “No te preocupes, yo veo qué me hago de cenar mientras tú sales a divertirte con tus amigas…”.

Es un comportamiento diseñado para manipularte o lastimarte, pero que te impide responder ya que no es obvio. Tu puedes sentir el golpe, pero como no es directo, tan sólo te molestas, pero no te dejan apertura para poder defenderte o responder.

14. Si Tú Estás Mal, Yo Estoy Peor.

En cualquier relación saludable, los dos se apoyan mutuamente en momentos de necesidad. Pero en una relación tóxica, aunque tú necesites el apoyo en un momento dado, no lo recibirás porque la atención siempre está en tu pareja.

Digamos que te sientes mal, con mucha angustia, estrés, incertidumbre por alguna situación en tu trabajo, y encima sientes que te va a dar gripe. Ahí recibes un texto que dice más o menos así: “Mi amor, yo sé que estás pasando por problemas en el trabajo y te sientes mal, pero causa mucho estrés porque ahora voy a tener que ir a la fiesta yo solo…” Seguido de los emojis de carita triste, corazoncito, otro corazoncito y carita tirando besos

15. Cero Privacidad.

A menos que hayas hecho algo horrible que no debías haber hecho, como por ejemplo “olvidarte” de que no eras soltera en una salida con tus amigas, tú tienes absoluto derecho a que confíen en ti. Todos merecemos tener privacidad en una relación saludable.

Pero si tu pareja se convierte en “investigador privado” constantemente y te revisa el teléfono, las llamadas que has hecho o recibido, recibos o emails, definitivamente estás en una relación tóxica en la cual sufres de control tóxico por parte de tu pareja. Eres un adulto y no necesitas que te estén supervisando. Esto es humillante y no lo merece nadie.

16. No Hay Esfuerzo:

Vivir en pareja requiere de esfuerzo por parte de ambas partes. Y el esfuerzo debe ser equilibrado. Si bien es saludable hacer cosas independientemente de nuestra pareja, pero cuando no se esfuerzan por amarnos, pasar tiempo con nosotros o compartir las cosas que son importantes para nosotros, la relación deja de “dar” y empieza a “tomar” demasiado.

Cuando reclamamos por esto, a veces nos responden “Bueno, estoy aquí, ¿no? A veces sería mejor que no estuvieran…

¡Hay Solución!

En situaciones como estas, nos sentimos perdidos y sin esperanza, y la ayuda de un Coach especializado en estas situaciones es de enorme valor.

Si sientes que estás en una relación tóxica y no sabes cómo salir de ella, platica conmigo.