Finalmente llegó 2017, y con él, muchas personas hicieron a principio de año sus “propósitos de Año Nuevo”. Bueno, hoy estamos ya a 12 de enero y se acerca el día 15 que, y según las estadísticas, es el día en que la mayoría de éstos propósitos se habrán roto…

¿Cómo pinta tu 2017? ¿Has hecho tus propósitos? ¿O eres como la mayoría de las personas que prefieren no hacer propósitos porque a través de los años han tenido la experiencia de no cumplir sus metas y prefieren no seguirse decepcionando?

Pero en la mayoría de nosotros existe esa chispa que nos impulsa a querer ser mejores y tener una mejor vida. Fechas como el 1 de enero, nos ayudan a poder “empezar de cero” en diferentes áreas de nuestras vidas. Pero si no las usamos efectivamente, sólo lograremos frustración y bloqueos en nuestro camino de evolución.

Es vital para nosotros como seres humanos inteligentes, sentir que evolucionamos en alguna forma, sin importar si este avance es pequeño o grande. El secreto de la felicidad es sentir que progresamos. Es por eso que al principio del año nos emocionamos grandemente con la idea de un nuevo ciclo, virgen, limpio y listo para ser llenado con nuestra magia.

El deseo de cambiar, de mejorar, de progreso, de TRANSFORMARSE está impregnado en todos nosotros, y es muy emocionante cuando tenemos la oportunidad de mejorar en algo, iniciar un nuevo proyecto, construir algo que nos emociona o simplemente modificar algún comportamiento o situación de vida que nos incomoda y nos hace mal.

Ahora, no confundamos “cambio” con “transformación”. ¡Son totalmente diferentes! ¡Todo el mundo siempre dice que está “haciendo cambios en sus vidas” pero eso es automático e inevitable! El cambio es inevitable, todos los días cambiamos, para bien o para mal. El clima cambia constantemente y no hay nada que podamos hacer para evitarlo. La economía también cambia y no podemos hacer nada para que eso no suceda.

Mira la diferencia entre CAMBIO y TRANSFORMACIÓN:

Cambio: Nuestro cuerpo se hace más viejo y achacoso con el paso de los años.

Transformación: Nuestro cuerpo pierde grasa, aumenta músculo, tenemos más energía, nos vemos más radiantes, etc.

En este ejemplo, tú tienes el poder de transformarte si sigues las instrucciones correctas y usas las herramientas que te ayudarán a lograrlo.

Otro cambio: La economía cambia, hay escases de trabajos y todo es más difícil. O, la economía mejora y hay más trabajos y dinero de inversionistas. Pero no podrás cambiar nada de esto si no decides seguir un camino de TRANSFORMACIÓN.

Transformación: Empiezas a ahorrar, aunque sea un porcentaje muy pequeño. Aprendes a usar el poder del interés compuesto en inversiones y finanzas, empiezas a construir un portafolio de inversiones modesto y diversificado. Estas herramientas, aunque creas que no tienes dinero, ¡te darán mucho más dinero del que crees! Con tan sólo dejar de tomarte ese café en Starbucks cada día, tendrás una seguridad financiera mayor a lo que te imaginas.

Como ves, todo está en el conocimiento de las herramientas que necesitas, y de una estrategia de transformación en cada área de tu vida.

Lo primero es hacer un plan, y seguirlo al pie de la letra al mismo tiempo que te mantienes inspirada (o) y motivada (o) constantemente para no abandonarlo. Por ello, es importante revisar nuestras estrategias, y preferentemente, trabajar con alguien que pueda guiarte y mantenerte en el camino correcto.

Recuerda: el cambio es automático pero el progreso no.

Tus propósitos de año nuevo no pueden tan sólo ser algo que “esperes que suceda” sino algo que decidas y alimentes con pasión e intensidad, a través de las emociones y pensamientos correctos y constantes. Si no, estarás tan sólo haciendo una lista de deseos, pero no una lista de PROPÓSITOS.

Si decides que lo que te has propuesto es VITAL para ti, y que “quemarás tus naves” para no tener a donde volver si no lo logras, el resultado es seguro.

Quieres saber por qué la mayoría de las personas no logran sus objetivos y propósitos? Porque los escriben sin el deseo quemante de lograrlos. Tan sólo “tratan” y “esperan” que puedan lograrlos, pero sin demasiada pasión para “no decepcionarse si no lo logran”. ¡Esto es la fórmula perfecta para el fracaso!

Me duele profundamente ver cuántas personas abandonan sus sueños. Cuantas más, llegan al final de año y se frustran y entristecen al ver que su vida continúa igual y pierden las esperanzas de cambiar permanentemente algo en sus vidas y finalmente conquistar su merecida felicidad.

Es por esto que he decidido lanzar un curso sobre este tema, donde te enseñaré a efectivamente conquistar tus propósitos, tus sueños y ultimadamente, la felicidad en tu vida.

Este curso constará de 4 sesiones semanales y para que todo el mundo tenga acceso a él, lo haré online, de manera que puedas acceder desde cualquier parte del mundo.

Así que no dejes de visitar www.RicardoChavez.com, donde estaré, muy pronto anunciando las fechas y detalles de este curso que pueda literalmente cambiar tu vida!

¡Hasta muy pronto!

Bendiciones y mucha paz.

Ricardo Chávez

©2017 Ricardo Chavez